Aunque cada vez es menos frecuente organizar una pedida de mano, muchas parejas lo hacen como una buena excusa para presentar a las familias o por respeto a la tradición. Organizarla en fin de año es una excelente idea cuando las familias viven lejos y se van a reunir por estas fechas. Así, aprovechando que una de las familias se desplaza, no solo se celebran la noche tradicional de fin de año, sino que se aprovecha para la presentación formal y la petición de mano.
La tradición marca que sean los padres de la novia los que organicen la cena formal en la que se lleve a cabo la petición. Pero esta norma puede ser flexible hoy en día y si son los padres de la novia los que se desplazan, lo normal será que los padres del novio ejerzan de anfitriones. También se puede ser flexible en los plazos. Lo habitual es que la pedida de mano se produzca entre seis meses y tres meses antes de la boda, pero si se aprovechan las fiestas para reunir a las familias esto puede obviarse.
Otra alternativa, que quizás sea mucho más relajada para todos, es organizar la cena en un restaurante. Así, nadie tendrá que trabajar y todos podrán disfrutar de la doble fiesta. Dada la ocasión, hay muchas cenas baile de gala adecuadas. Así, la etiqueta de la ocasión estará garantizada.
El protocolo
Cada vez es más habitual que la familia se limite a cenar ya disfrutar del rato que pasan juntos. Pero no está de más, tener en cuenta el protocolo de una pedida de mano. Lo normal en este caso sería que el novio empiece la velada diciendo unas palabras frente a todos sus invitados. Es importante que hacerlo antes de la media noche, ya que, si eligen el último día del año para la celebración, en ese momento la atención de todo el mundo estará en las campanadas y en las uvas.
Una vez que el novio ha logrado captar la atención de los invitados, la tradición marca que diga unas palabras sobre la novia alabándola ante los padres de ella y les indique que le ha pedido matrimonio solicitándoles que den su aprobación.
Los padres de la novia pueden asentir directamente, en cuyo caso toda la familia brinda. Pero también es bastante habitual que pidan escuchar a su hija, la cual en ese momento pronunciará un pequeño discurso destacando lo mejor de su pareja. Tras esto, los padres dan el consentimiento y se brinda.
¿Quiénes están invitados?
Lo habitual es que una pedida de mano sea un acto íntimo. Por eso, a la cena deben acudir los padres, los hermanos o hermanas y los abuelos de los novios. Dado que es fin de año, podrían unirse más personas después de la cena para el baile y la fiesta, como amigos u otros parientes. Pero el momento de la cena debería de ser solo para la familia más cercana.
Aunque ya hemos dicho que la tradición marca que sean los padres de la novia los que paguen la cena, esto no tiene que ser necesariamente así, hoy se acepta todo, incluso que cada invitado pague su menú. Lo importante es dejar claro de antemano cómo va a realizarse para que nadie se sienta incómodo.
Los regalos
El intercambio de regalos también es parte de la pedida de mano. La tradición cambia según las zonas, pero la más habitual es que a la novia se le regale una pulsera y al novio un reloj. En nuestro catálogo puedes encontrar algunos regalos perfectos para una pedida. Un ejemplo es nuestra pulsera de oro con un llamativo diseño que une eslabones de corte cuadrado con circonitas y una piedra preciosa que puede ser un rubí, un zafiro o una esmeralda, a elegir.
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La tradición marca también que a lo largo del día los invitados a la ceremonia de pedida, generalmente los hermanos de los novios, envíen flores a la madre de la novia y a las abuelas si todavía las tuviera. No está de más enviar flores también a la madre del novio para felicitarla, los tiempos han cambiado y ambas familias son igual de afortunadas por la unión.
En algunas familias es tradición que los hermanos también hagan regalos a los novios, aunque generalmente serán pequeños detalles de cariño. Una vez que se ha terminado con el intercambio de regalos, se puede continuar celebrando durante la cena con total normalidad, tal como se habría hecho en cualquier otra ocasión distinta para las familias.